La fiebre de los autocines se ha expandido en las últimas semanas y la semana pasada llegó hasta Sao Paulo
El Memorial de América Latina, un gigante complejo ubicado en el centro de Sao Paulo e ideado hace tres décadas por el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, abrió sus puertas para recibir a un centenar de automóviles tras una exhibición reservada realizada el martes para invitados.
Sin salir de sus vehículos, los cinéfilos podrán ver desde ahora una selección de éxitos y clásicos como “Apocalypse Now”.
Iniciativas similares comenzarán a funcionar en otros puntos de Sao Paulo en las próximas semanas.
La semana anterior volvió a funcionar en Río de Janeiro el Cine Lagoa Drive-In, casi treinta años después de haber echado el cierre.
Los autocines fueron muy populares en Brasil en la década de 1970 pero el único que continuaba en funcionamiento antes de la pandemia es el Cine Drive-In de Brasilia, fundado en 1973 y ubicado próximo al autódromo de la capital brasileña.
De acuerdo con “El último cine drive-in” (2015), documental producido y exhibido en Netflix y que narra su historia, este autocine, con capacidad para 400 vehículos, en un espacio de 312 metros cuadrados y declarado Patrimonio Cultural y Material de la ciudad, que era el único de toda América Latina hasta hace un par de años.