Varios leopardos de las nieves, incluida una hembra y su cachorro, han sido vistos cerca de la ciudad kazaja de Almaty, deambulando por una popular zona de senderismo que ahora está casi vacía debido a las medidas para contener la pandemia de coronavirus.
Solo quedan alrededor de 150 leopardos de las nieves en Kazajistán, de una población global de menos de 10.000 especimenes en Asia Central y del Sur. Clasificados como vulnerables, los grandes felinos rara vez se ven en la naturaleza y mucho menos dentro de los límites de la ciudad.
Pero en las últimas semanas, al menos tres animales -un macho solitario y una hembra con un cachorro-, fueron captados por una cámara trampa equipada con sensor de movimiento instalada cerca del Gran Lago de Almaty por una ONG creada para proteger a la especie.
El zoólogo Alexey Grachyov, que trabaja con la Fundación Leopardo de las Nieves, dijo que en las montañas cerca de Almaty solo quedan unos 20 animales, lo que hace que estos avistamientos sean extremadamente raros.
El leopardo de las nieves tiene pelaje gris o blanco con manchas negras, y su población se distribuye en una amplia área que incluye regiones montañosas de Rusia, Mongolia, China, Nepal, Pakistán y Afganistán.
Un error común es creer que los leopardos de las nieves viven solo a grandes altitudes, cuando en realidad lo hacen más cerca de los humanos de lo que la mayoría de la gente cree, dijo Grachyov.
“Esta es una población única que se ha adaptado a la presencia humana. Cada leopardo de las nieves probablemente ve humanos, autos, ve la ciudad todos los días, ve cómo invaden su hábitat”, explicó.
El plan a largo plazo de la fundación es recuperar la población de leopardos de las nieves criando animales y soltándolos en la naturaleza.