La Habana, 12 nov (PL) Este 16 de noviembre se llevará a cabo un espectáculo de más de 16 mil fuegos artificiales, a cargo de una compañía canadiense, por el aniversario 500 de la fundación de esta capital, confirmó hoy el compositor Frank Fernández.
El relevante pianista cubano forma parte de esta iniciativa, preparada de conjunto con el diseñador Georges Wade y otros expertos de la compañía Fireworks FX para agasajar a una de las ciudades más antiguas de este continente.
La complejidad de la propuesta estriba en la pretensión de integrar la pirotecnia a la música, como un instrumento más, y en que el compositor evitó crear una pieza primitiva, o sea, fácil; para él era más importante transmitir elementos de la identidad cultural de su país.
Quería que la música no fuera solo un piso, un sostén; más bien intento establecer un diálogo entre la belleza plástica que provocan los fuegos artificiales y la sonoridad, incluida las explosiones, aunque obviamente la música debe estar un poco por encima del ruido de los estallidos, explicó Fernández a Prensa Latina.
Aunque no nació en La Habana, la capital fue un sueño a conquistar y una vez aquí, con apenas 15 años, le abrió un horizonte casi infinito de posibilidades y se convirtió en toda una escuela para el músico que luego ganaría una beca de estudio en el Conservatorio Chaikovski de Moscú, en Rusia.
Pero enmarcarlo en un solo estilo musical sería obviar una gran parte de su carrera y contribución al desarrollo de diversos géneros y artistas, Fernández ha sido arreglista, co-arreglista, asesor artístico, productor y compositor de obras para cine, novelas, noticieros, spot, seriales, piezas de teatro y danza.
Yo creo que la música tiene que comunicar emociones intensas y que lo más importante es que sea buena música, sentenció en su estudio, delante de su piano Steinway & Sons, cómplice de numerosas grabaciones.
Nunca pensé que me fuera a sentir tan contento de ponerle música a fuegos artificiales y la verdad que no fue un propósito, ni moda, ha sido una causalidad, porque en mis sueños no estaba eso. Todo lo ha propiciado La Habana, consideró el padre de la escuela pianística cubana contemporánea.
Hasta el momento, Fernández es el único cubano que ostenta la Medalla Pushkin, otorgada directamente por el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
La luz de La Habana para mí es muy especial, el milagro de Eusebio Leal con su labor restauradora del centro histórico de la Habana Vieja, me llena de placer, así como la diversidad cultural de esta ciudad, algo que pocas capitales tienen, no solo de Latinoamérica, en el mundo, apuntó.
En La Habana, Fernández se casó hace más de cuatro décadas con la chelista Alina Neyra y construyó una familia, ha compuesto más de 600 obras musicales, produjo discos icónicos para la cultura musical de su país como Días y flores y Rabo de nube de Silvio Rodríguez; A Bayamo en coche, de Adalberto Álvarez y mucho más.
Yo siempre que vengo de mi casa en Playa y cruzo el túnel de la Quinta Avenida veo el mar y más allá el Morro (antigua fortaleza), el cerebro se me oxigena y creo que desde ya y para siempre La Habana se ha convertido para mí en una novia inseparable. No la única pero sí de las principales. Después de Alina, La Habana, afirmó.
Un espectáculo de fuegos artificiales al ritmo de una música resulta inédito en Cuba y algo poco común en el mundo por su grado de complejidad. Además, por mucho que se explique con palabras, el proyecto depara sorpresas hasta el momento de realización y al compositor de 75 años de edad el misterio le entusiasma.