Una nueva especie de rana en los bosques de niebla de Oaxaca

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron una nueva especie de rana, de casi nueve centímetros, en uno de los bosques de niebla de la Mixteca Alta del estado mexicano de Oaxaca (sur).

Para lograr verificar el hallazgo, lo primero que realizaron los especialistas fue recolectar varias criaturas para revisarlos a detalle para lo cual se consiguieron los permisos necesarios ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México, así como de los lugareños.

«Con frecuencia se analiza también su ADN; sin embargo, en este caso las características morfológicas eran tan peculiares que este recurso no fue necesario», indicó el biólogo mexicano.

Asimismo, Jiménez y su equipo compararon la rana con ejemplares bajo resguardo del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias y de la Colección de Anfibios y Reptiles del Instituto de Biología de la UNAM, además de realizar revisiones bibliográficas sobre sus caracteres o rasgos.

Hasta ahora, continuó el profesor, ha quedado claro que se trata de una rana arborícola, de una variedad microendémica que probablemente tiene una distribución mucho más amplia, pero fragmentada, debido a que la acelerada desaparición de los bosques de niebla genera parches aislados y muy el uno del otro.

«Este ejemplar no tiene hendiduras bucales que se asocian al canto y también tiene una membrana axilar que otras ranas sí las presentan», explicó.

Otra característica importante es su tamaño pues este tipo de anfibios miden entre cinco y seis centímetros, mientras que la nueva especie llega hasta los nueve centímetros.

En cuanto al nombre de esta nueva especie, el científico dijo a Xinhua que no fue una tarea fácil pues «siempre quieres que tu elección comunique algo».

«El epíteto específico sí lo escogimos nosotros y fue sakbah, palabra mixteca que significa rana y con la cual buscamos reconocer los esfuerzos y la cultura de esa comunidad oaxaqueña que, sin saberlo, ayudó a preservar y a proteger este anfibio», comentó Jiménez Arcos.

El poblado indígena en el que se originó este inédito descubrimiento se llama San Isidro Paz y Progreso y se ubica en el suroeste de Oaxaca, entre montañas, nubes y ríos, a 1.740 metros sobre el nivel del mar.

«La comunidad de este lugar tiene un control de acceso estricto al bosque y al arroyo en el que se encontró la rana para lograr su conservación», refirió el universitario.

Finalmente, el experto anunció que lo que sigue es indagar en qué otros bosques de niebla vive la Charadrahyla sakbah, a fin de conformar un mapa de donde habita, y por supuesto, debemos regresar a San Isidro Paz y Progreso para investigar mucho más y así lograr preservar esta especie, considerada en peligro de extinción.

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