Uno de los conceptos que se emplean al hablar del outsourcing es el Benchmarking o comparación referencial ¿Pero qué es y para qué sirve?
El benchmarking es un proceso por el cual se toma como referencia los productos, servicios o procesos de trabajo de las empresas líderes, para compararlos y posteriormente realizar mejoras e implementarlas, también compara los procesos de negocios, métricas de desempeño de los lideres en el sector, para incorporar las mejores prácticas en la compañía.
Nació a partir de la necesidad de saber como se desempeñaban otras empresas con la finalidad de obtener información que les permitiera mejorar sus procesos y con ello aumentar su nivel de competencia en el mercado.
David T. Kearns, quien fuera director de Xerox Corporation, fue también uno de los iniciadores de este concepto y lo definía como “el proceso continuo de medir productos, servicios y prácticas contra competidores más duros o aquellas compañías reconocidas como líderes en la industria”.
Un efecto similar es lo que sucede con las empresas que apuestan por el outsourcing
quienes impulsan la existencia de una competitividad eficiente y sana en todas las áreas relacionadas con el capital humano, con el fin de que una organización obtenga lo que se adapte a sus necesidades específicas. Además de permitir que los directivos se concentren en los aspectos directamente relacionados con su negocio.