Un zumbido mecánico reemplazó al de las abejas en una comunidad israelí donde los agricultores, preocupados por la caída global de la población de estos insectos, probaron un nuevo método para polinizar sus cultivos esta temporada.
En un huerto de almendros de Tel Arad, una llanura desértica en el sur de Israel, un tractor jaló un mástil equipado con aproximadamente una decena de pequeños cañones que realizaron precisos disparos de polen a los árboles para permitir la fertilización.
El trabajo generalmente lo realizan los polinizadores naturales, la mayoría de las veces abejas, pero ha habido una caída drástica en su número en todo el mundo, en gran parte debido a la agricultura intensiva, el uso de pesticidas y el cambio climático.
La mayoría de los cultivos dependen de la polinización, por lo que este inconveniente ha preocupado a grupos como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que busca combatir el hambre en la creciente población humana.
“Vemos una crisis en 15 años ya que no tendremos suficientes insectos en el mundo para hacer la polinización y la mayoría de nuestras vitaminas y frutas habrá desaparecido”, dijo Eylam Ran, director ejecutivo de Edete Precision Technologies for Agriculture.
La compañía asegura que su polinizador artificial puede aumentar el trabajo de las abejas y eventualmente reemplazarlas.
Su sistema, que refleja el trabajo de la abeja melífera, comienza con una cosecha mecánica de polen de las flores y termina con una distribución dirigida utilizando sensores LIDAR, la misma tecnología que usan algunos automóviles sin conductor.
Edete ha estado trabajando en una prueba a pequeña escala en varios huertos en Israel y Australia, y tiene acuerdos para hacer lo mismo en Estados Unidos. La compañía espera ampliar estas pruebas y estar lista para vender sus productos al mercado en 2023.