Las nuevas observaciones, publicadas en la revista Astronomy & Astrophysics, proporcionan pistas cruciales para ayudar a los científicos a entender mejor este proceso.
Hasta ahora, los astrónomos habían sido incapaces de obtener imágenes lo suficientemente nítidas y profundas de estos discos jóvenes para encontrar el punto exacto que marca el lugar donde puede estar naciendo un planeta.
Las nuevas imágenes presentan una impresionante espiral de polvo y gas alrededor de AB Aurigae, situada a 520 años luz de la Tierra, en la constelación de Auriga.
Este tipo de espirales señalan la presencia de planetas recién nacidos.
Estos neonatos, al igual que los bebés, ‘patean’ el gas, creando “perturbaciones en el disco en forma de onda, algo así como la estela de un barco en un lago”, explica Emmanuel Di Folco, otro de los investigadores.
A medida que el planeta gira alrededor de la estrella central, esta onda toma forma de brazo espiral.
En la nueva imagen de AB Aurigae, la región amarilla espiral que vemos cerca del centro, intensamente brillante (que, con respecto a su estrella, se encuentra a la misma distancia que Neptuno del Sol), es uno de estos puntos de perturbación en el que el equipo cree que se está formando un planeta.
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