Toda la energía que consume Sidney procederá exclusivamente de proyectos locales de energía fotovoltaica y eólica.
La ciudad australiana ha seguido el ejemplo de Melbourne y ha anunciado que toda su actividad municipal funcionará con energía limpia procedente de las plantas de energía eólica y solar cercanas.
Desde el histórico ayuntamiento hasta los otros 114 edificios públicos, desde los parques hasta las 5 piscinas y el alumbrado público de la ciudad. Un ambicioso objetivo que Syndey se había fijado hace mucho tiempo y que se ha logrado gracias a un acuerdo de PPA maxi por valor de 60 millones de dólares australianos (41,5 millones de dólares de los EE.UU.).
Según las estimaciones iniciales, el acuerdo ahorrará a la ciudad hasta medio millón de dólares al año durante la próxima década, reduciendo las emisiones de cambio climático en unas 200.000 toneladas en el mismo período.
El acuerdo de compraventa está vinculado a la producción del Parque Solar Bomen de 120 MW, el Parque Eólico Sapphire de 270 MW y el Parque Solar Shoalhaven de 3 MW.
Cabe señalar que cada planta se encuentra en una fase de desarrollo diferente, lo que significa que la inyección de electricidad renovable en la red se iniciará por etapas. El proceso debería completarse a principios de 2021.
Las medidas adoptadas por la administración municipal en los últimos años también contribuyen al objetivo ecológico. En 2016, Sidney invirtió en medidas de eficiencia energética instalando, entre otras cosas, luces LED y paneles solares en los tejados de más de 30 edificios.