La réplica iluminada de cuatro metros de altura realizada por el herrero cubano Jorge Enrique Salgado ilumina una esquina del distrito residencial Arroyo Naranjo del sur de la capital, en general poco iluminado.
Salgado, de 52 años, un contador que aprendió a trabajar metales con su padre, dice que nunca fue a París. Pero ha visto la Torre Eiffel en películas y fotos, y cuando su hijo le pidió que hiciera una antena para captar la señal de wi-fi de un parque cercano, se le ocurrió la idea de construir un modelo.
El servicio de internet residencial no está ampliamente disponible en la isla de gobierno comunista, pero se han implementado puntos de acceso a wi-fi en parques y plazas de todo el país desde 2015.
Al final, el proyecto cobró vida propia y nunca instalaron la antena porque sintieron que arruinaría la estética del modelo, que les tomó meses en construir. Cuba también ha implementado internet móvil durante el último año y medio.
Salgado dijo que compró y rescató piezas de rejas de hierro para construir la torre en el techo de su casa, usando lámparas halógenas de automóviles para iluminarla, en un país donde a menudo es difícil conseguir materiales.