Investigadores han realizado un exitoso vuelo de prueba del Flying-V, un avión futurista y de bajo consumo de combustible que algún día podría transportar pasajeros en sus alas.
El diseño único del Flying-V ubica la cabina de pasajeros, la bodega de carga y los tanques de combustible en las alas, y los expertos esperan que la forma aerodinámica del avión reduzca el consumo de combustible en un 20% en comparación con los aviones actuales.
Los expertos probaron un modelo a escala de 22,5 kg y 3 metros del avión futurista, desarrollado por investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos y la aerolínea holandesa asociada KLM, para llevar al tan esperado avión a lo largo de sus próximos pasos de desarrollo.
Un equipo de investigadores e ingenieros probó el avión en una base aérea vigilada en Alemania, donde trabajaron con un equipo de Airbus para probar despegues, maniobras, aproximaciones y aterrizajes.
«Una de nuestras preocupaciones era que la aeronave podría tener algunas dificultades para despegar, ya que los cálculos anteriores habían demostrado que la ‘rotación’ podría ser un problema», explicó en un comunicado Roelof Vos, profesor asistente en la facultad de ingeniería aeroespacial de la Universidad de Tecnología de Delft, quien dirigió el proyecto.
«El equipo optimizó el modelo de vuelo a escala para evitar el problema, pero la prueba del pudín está en comer. Es necesario volar para estar seguro», afirmó.
Controlando de forma remota la aeronave, los investigadores lograron despegar a una velocidad de 80 kmh, mientras que las velocidades de vuelo, los ángulos y el empuje de la aeronave eran los planeados, señalaron.
Los expertos trabajaron duro para optimizar el avión: para mejorar la telemetría, el equipo se vio obligado a cambiar el centro de gravedad del avión y ajustar su antena.
Todavía queda trabajo por hacer para refinar el avión antes de que pueda volar con pasajeros a bordo: los investigadores dijeron que el vuelo de prueba mostró que el diseño actual del avión permite demasiado «balanceo holandés», lo que provoca un aterrizaje brusco.
Los expertos planean utilizar los datos recopilados del vuelo de prueba para un modelo aerodinámico de la aeronave, lo que les permitirá programarlo en un simulador de vuelo para futuras pruebas y mejorar los vuelos. El equipo realizará más pruebas en el modelo y espera proporcionar al Flying-V una propulsión sostenible, dado que el diseño se presta a transportar hidrógeno líquido en lugar de queroseno.