La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mejoró hoy su previsión del Producto Interno Bruto (PIB) mundial para 2020, al situar la caída de dicho indicador en 4,2 por ciento.
Tal estimación representa un avance de tres décimas en relación con pronósticos anteriores, la cual responde a perspectivas de un futuro más alentador desde que comenzó la pandemia por los progresos en la producción de vacunas y tratamientos contra la Covid-19.
Sin embargo, el informe bienal Perspectiva Económica, publicado este martes, y opiniones de la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone, plantean que el crecimiento económico para 2021 será inferior al 4,2 por ciento, mientras para el siguiente año se espera un alza del 3,7 por ciento.
En tal sentido, las perspectivas son de una recuperación desigual teniendo en cuenta que China tendrá un incremento de su economía equivalente a un tercio del crecimiento mundial, en tanto Europa y Norteamérica tendrán un peso menor.
El mundo recuperará su ritmo favorable previo a la crisis sanitaria a finales de 2021, cuando en general todos los países saldrán de la zona roja: 3,2 por ciento en Estados Unidos, 3,6 en la zona euro, 7,9 en India y ocho en China, el único país que no cerrará 2020 con cifras negativas ya que terminará con un 1,8 por ciento, indica el informe.
«Algunos sectores ganarán fuerza, otros se mantendrán sin cambios. Las economías emergentes o en desarrollo, donde el turismo es importante, seguirán viendo su situación deteriorarse y necesitarán más ayuda internacional», significó Boone.
La alta funcionaria de la OCDE precisó que existe preocupación especialmente por las personas sin calificación, los jóvenes y las pequeñas empresas, ya que los gobiernos no hacen lo suficiente para luchar contra el desempleo, que afecta a los trabajadores con menos recursos.
En Estados Unidos, por ejemplo, la tasa de empleo de aquellos que tienen los salarios más altos volvió en noviembre al nivel de enero, mientras que la de aquellas personas que ganan menos sigue siendo un 20 por ciento inferior a la de principios de año.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, señaló que una segunda ola de la pandemia puso en aprietos a numerosos países, con medidas de contención que frenaron el ritmo de la reactivación económica mundial, después de que la producción se hundiera en la primera mitad del corriente año.
Destacó que sin el apoyo gubernamental de algunas naciones la situación social y económica hubiera sido calamitosa, al tiempo que se preservó la mayor parte del tejido económico, aunque alertó que el panorama sigue siendo precario para personas, empresas y países vulnerables.