Los adultos mayores que tienen mascotas también poseen mejores esquemas de movimiento, así como una sensación de ocupación, bienestar general y menos problemas con la depresión.
Así lo revelo Hugo Sánchez Castillo, académico e investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien afirmó que esto se debe a la activación de su sistema inmunológico.
El especialista destaca que el animal de preferencia debe ser un perro de raza pequeña que los mantenga en un ritmo de actividad adecuado para su edad.
“Los gatos también suelen ser excelentes mascotas, aunque tengan patrones de conducta, formas de expresión de cariño y necesidades que en nada se asemejan a los de los perros. Además, mientras los canes de razas grandes viven entre ocho y 10 años, y los de razas pequeñas entre 15 y 17, los gatos pueden vivir 20 años o más; es decir, sus posibilidades de dar una compañía más duradera son mayores” dijo el psicólogo.
En este sentido, reiteró la necesidad de que exista un vínculo entre la persona y el perro, ya que, este nexo permite que el animal pueda dar ayuda emocional a la persona deprimida.
“Los perros han desarrollado un gran apego a los humanos. Por tal motivo, si un individuo con depresión tiene uno como mascota, éste le generará una sensación de acompañamiento, la cual podrá ser el primer paso para que comience a salir de ese estado. Pero lo anterior no significa que el perro, por sí solo, lo sacará de esa enfermedad. Es indispensable que se someta a una terapia psicológica y, a veces también, a una farmacológica”.
Por último, dijo que cada vez hay más pruebas científicas de que el contacto físico con una mascota repercute en la producción de endorfinas, las cuales actúan como analgésicos, estimulan los centros de placer y contribuyen a eliminar el estrés.