Preocupa a economistas la situación que se vive por el covid-19 pues de acuerdo al Fondo Monetario Internacional se prevé una recesión económica mundial a la cual han nombrado como: «El Gran Confinamiento», la cual aseguran podría convertirse en la mayor crisis desde la Gran Depresión de 1929.
Por su parte la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) advirtió que tras la crisis sanitaria algunos modelos de negocio ya no serán viables económicamente. Por lo que especialistas en todo el mundo trabajan en estrategias, que permitan amortiguar y reactivar la economía mundial.
En nuestro país ya se sienten los estragos pues de acuerdo a datos del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana (EQUIDE), señaló que sólo en el mes de abril el 37.7% de los hogares mexicanos, al menos un integrante perdió su empleo o fuente de ingreso, sumándose cada día nuevos casos.
Ante este panorama, expertos han señalado que una de las medidas que podrían aminorar la crisis, es que se movilice a los trabajadores de industrias en peligro hacia sectores con alta demanda de empleo, permitiendo que las personas tengan oportunidades laborales durante la recuperación de la economía.
En este sentido la tercerizacioìn o subcontratación laboral puede ayudar en la recuperación de empleos. Pues ante el confinamiento, la falta de movilidad y el miedo que embarga a la sociedad mexicana, el Outsourcing puede convertirse en una opción.
Pues al contar con la infraestructura y experiencia podrían colocar rápidamente a los trabajadores en los sectores con mayor demanda, ahorrando costos para la empresa y brindando oportunidades para acceder a diferentes plazas laborales. El coronavirus ha traído consigo nuevos retos pero también la oportunidad de cambiar viejos modelos que limitan el crecimiento económico de México.