Con este plan Holanda logró erradicar este problema.
A pesar de que las personas que abandonan sus mascotas en la calle podrían pagar multas desde 20 a 52 salarios mínimos Se estima que la mitad de ellos algunas vez tuvieron un hogar.
Las principales causas para abandonarlos son la falta de dinero y de tiempo, dos factores que se deben considerar antes de comprar un perro o un gato.
El problema crece y de no controlarlo podría traer graves consecuencias. Expertos sugieren revisar el caso holandés.
En 2016, Holanda se volvió el primer país en solucionar el inconveniente de los animales callejeros. Ninguna otra nación ha conseguido la misma meta.
Holanda optó por tomar medidas cuando el problema desbordaba las calles. Ya que en el siglo XIX, la cantidad de perros que había en sus calles era una de las mayores de Europa.
Era cotidiano que todas las familias tuvieran perros. La raza era un símbolo de estatus: la clase alta los tenía con pedigrí y los de menos nivel adquisitivo tenían canes de trabajo.
La sobrepoblación canina trajo como consecuencia un brote de rabia entre la población, lo cual, sumado a las deficientes medidas higiénicas de la época, se volvió en una de las principales causas de mortalidad de la zona.
La población comenzó a abandonar sus mascotas ante el temor de una posible pandemia.
Las calles se saturaron de animales de todas las razas.
Y al ser legal abandonarlos, la población de perros callejeros creció tanto que, además de enfermedades, se fundaron escuadrones de cacería de perros, que los exterminaban.
De esta manera, el Gobierno asumió el control del problema: Creo una ley de protección animal y aprobó la ley de salud y bienestar animal, que prohíbe a los dueños privarles los cuidados pertinentes y abusar de ellos. De este modo, quien rompa la ley, paga una de las multas más altas en Europa: tres años de prisión y US$20.000.
Desde los años 909 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la World Society for Animal Protection (WSPA) han señalado que la única forma de frenar la sobrepoblación canina callejera es esterilizar, educar a la sociedad sobre la tenencia responsable e identificar a los animales.
Y Holanda siguió las recomendaciones.
Desarrollo entonces el programa Recoger, Esterilizar, Vacunar, Identificar y Regresar, o Revir (CNVR, en inglés), de acuerdo con el informe de la antropóloga Isabelle Sternheim, directora de Dog Research.
El Gobierno puso su parte: asumió los costos de las castraciones y organizó campañas de castración masivas para esterilizar a las mascotas de forma gratuita. El 70 % de la población canina fue esterilizada.
Además estableció altos impuestos en las compras de perros de raza. Así consiguió desalentar el negocio y fomentar las adopciones.
También fundó un cuerpo de policía para los animales en 2011, los Animal Cops, que velan por su protección y seguridad.
Actualmente, los holandeses son los más atentos en cuidado animal: Adicional a cuidarlos, en casi todos los establecimientos hay espacio para ellos. Ir a cine, por ejemplo, es un plan para compartir con la mascota.