Con el motivo de mejorar el rendimiento de las baterías de litio actuales, se están modificando algunos de los componentes líquidos por sólidos.
Estos dispositivos experimentales podrían extender en gran medida la vida útil de los vehículos eléctricos y dispositivos móviles al aumentar significativamente la densidad de energía acumulada en su interior.
Investigadores del MIT han dado a conocer un nuevo tipo de arquitectura de batería de estado sólido las cuales supera algunas limitaciones de los diseños actuales.
Esta nueva modificación implica una combinación de materiales sólidos conocidos como conductores iónicos-electrónicos mixtos (MIEC) y aisladores de iones de litio y electrones (ELI).
Estos se construyeron en una arquitectura tridimensional en forma de panal, con una serie de tubos a nanoescala hechos de MIEC que forman la pieza crucial del rompecabezas.
Para formar el ánodo de la batería los tubos se infunden con metal de litio sólido, y debido a que se tiene espacio adicional dentro de cada uno de estos tubos, el metal de litio tiene espacio libre para expandirse y encogerse durante la carga y descarga.
De tal manera que el material recorre una línea fina entre un material sólido y líquido, moviéndose de manera muy parecida a un líquido pero manteniendo una estructura cristalina sólida durante todo el proceso.