Para lograr esto, en un balcón se ha colocado una placa solar conectada a una batería que alimenta un servidor. En él aloja su revista, Low-Tech Magazine, donde publica contenidos que demuestran que no todos los problemas necesitan que las últimas tecnologías vengan a resolverlos. “Intento practicar lo que predico”, asegura el periodista belga.una web atada al sol depende de la generosidad de las nubes.
Cuando se acumulan los días sombríos, la pequeña batería que alimenta el servidor agota sus existencias y Low-Tech Magazine desaparece de la red de redes.
En diciembre de 2018 y noviembre de 2019, la revista estuvo en línea 351 días; un nada desdeñable 95,26% del tiempo. “Si queremos cambiar a las energías renovables, tenemos que adaptarnos más al tiempo y las estaciones”, advierte.
Por lo pronto, la estrategia de soltar lastre funciona. “Aunque el servidor es pequeño, ahora mismo está operando al 30% de su capacidad. Hay mucho espacio para más webs. Por eso vamos a añadir una versión en castellano y en francés.
Y sí, puede hacerse a gran escala. De hecho, sería mucho más eficiente usar la misma tecnología en una versión mucho más grande, como un centro de datos que aloje miles de webs con su propio almacén limitado de energía solar o eólica”. Además, aunque no sea completamente intencional, cuando llega el mal tiempo, Low-Tech Magazine rompe la ‘maldición’ del Internet siempre disponible.
Aunque esta web es una gota diminuta en un océano en que según las estimaciones de Internet Live Stats se concentran más de 1.700 millones de páginas, De Decker ve potencial suficiente en su idea como para que acabe calando:
“Hemos recibido muchos comentarios sobre lo agradable que es visitar una web donde nada se mueve, no hay notificaciones de cookies y que además es muy rápida. No era la intención, pero creo que es una situación en que todo son ventajas. Si haces tu web mucho más ligera y sostenible, también la haces más user-friendly”.
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