El outsourcing pareciera que es una nueva tendencia empresarial, pero tiene su origen en los mercados de E.E.U.U. y especialmente en el Reino Unido, donde comenzó como práctica en la década de 1980 y luego se extendió al resto del mundo. En México inició hace más de 40 años cuando las compañías contrataban los servicios de vigilancia y limpieza de otras empresas; más tarde, los de comedor y mantenimiento, así hasta llegar a nuestros días a áreas de reclutamiento y selección de personal, relaciones públicas, sistemas de información, mantenimiento de sistemas y procesamiento de datos, entre muchas otras.
En la actualidad se ha convertido en una industria integral, donde esto es visto como un componente crucial de la estrategia de negocio de una organización. Pues permite que las empresas aumenten su productividad y reduzcan costos al contratar servicios específicos. Este beneficio no solo se extiende a los objetivos de la empresa, si no que genera mayores oportunidades de empleos bien remunerados, con constante capacitación laboral fomentando la economía del país.
El outsourcing permite que las empresas se enfoquen principalmente en el negocio y no en consumir recursos humanos y financieros en otras áreas que no son estratégicas para su actividad principal. Así se logra un mayor rendimiento al evitar distracciones innecesarias.
En la actualidad IBM es una de las empresas de outsourcing más conocidas, cuenta con ingresos de más de 80 mil millones de dólares al año y emplea a más de 425 mil trabajadores, convirtiéndose en la segunda empresa más grande del mundo.
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