Tras varios meses de investigaciones y muchas horas de búsqueda en Internet, fue desarrollando un prototipo bautizado como Braibook, el cual se define como un libro electrónico para ciegos.
Cuando un ciego tiene que leer, pasa sus dedos por el relieve de los puntos que conforman el sistema braille. Con el Braibook es al revés: los ocho dedos de la mano, se excluyen los pulgares, tienen que quedar fijos sobre los puntos del dispositivo, que suben y bajan conforme van pasando las letras de un texto.
Este invento tiene una gran ventaja sobre los demás dispositivos electrónicos para ciegos ya que es capaz de interpretar y ‘traducir’ al sistema braille cualquier idioma. El usuario sólo tiene que descargar los textos en un ordenador, y pasarlo al Braibook con una tarjeta SD.
Así se puede levantar la barrera de algunos de los grandes problemas para los ciegos y disminuidos visuales para leer: hay pocos libros en braille, y los que se encuentran en el mercado, son caros y pesados para transportar.
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