En la cirugía moderna de implantes hay dos problemas principales: el tiempo en el que los implantes se aclimatan al nuevo cuerpo y las infecciones bacterianas en el lugar de su colocación. Este segundo problema se controla con antibióticos, pero las bacterias desarrollan rápidamente resistencia.
Esto requiere la creación de nuevas formas eficaces de combatir las infecciones, como el uso de iones de metales, conocidos por su actividad bactericida. Esto es posible porque son capaces de producir las formas activas de oxígeno, que son perjudiciales para las membranas de las bacterias.
Los implantes se suelen hacer de titanio que es fuerte, bioinerte y resistente a la corrosión. Sin embargo, este material no tiene propiedades bioactivas o antibacterianas, por lo que los científicos están trabajando para crear recubrimientos que eliminen estas deficiencias.
Los científicos de la Universidad Nacional de Investigación Tecnológica (MISIS, por sus siglas en ruso) han desarrollado recubrimientos para implantes de titanio basados en óxido de titanio con nanopartículas de plata y platino.
El material permite acelerar la división activa de las células del tejido óseo entre un 12 y 20%, lo cual alivia el problema del tiempo de aclimatación de los implantes. Además, asegura la destrucción de hasta el 100% de las bacterias en 72 horas y la protección contra la formación de película bacteriana.
Este no es el primer desarrollo de la MISIS en esta esfera. Sus investigadores ya han creado un material con nanopartículas de hierro y platino que es capaz de destruir hasta un 98% de bacterias en las 12 primeras horas tras la implantación.
Los resultados del trabajo de los especialistas de la MISIS de Moscú se han publicado en la revista científica internacional Applied Surface Science.
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