De acuerdo con la OMM, el inicial aumento del agujero fue causado por la continua presencia de sustancias como los clorofluorocarbonos, que destruyen la capa de ozono, y las condiciones meteorológicas, en concreto el invierno muy frío en la estratosfera, la capa de la atmósfera ubicada entre unos 10 y 50 kilómetros de altitud.
«El agujero de ozono se cerró en abril con el aumento de las temperaturas en la estratosfera, lo que culminó con la afluencia del aire rico en ozono desde las capas más bajas de la atmósfera», explicó la organización en un comunicado.
«La situación volvió a la normalidad y el agujero se cerró«, dijo la portavoz de la OMM, Clare Nullis.
La vocera aclaró que, al contrario de lo que muchos pueden deducir, la disminución de la contaminación del aire por la pandemia de coronavirus no desempeñó un factor determinante en el cierre del agujero.
Según la OMM, la destrucción de la capa de ozono, que protege la vida en nuestro planeta de la radiación ultravioleta dañina, es un fenómeno que ocurre en el Ártico en primavera.