Alumnos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores del Occidente (ITESO) crearon un cubrebocas altamente efectivo como un N95, incluyente (para leer los labios) y sustentable y por un costo de 50 pesos.
“Usamos silicona, que aunque es plástico es un plástico natural que no es tóxico, la idea es que sea algo que no contamine, porque muchas de las telas de los cubrebocas son de plástico”, dijo en entrevista Miguel Huerta Gutiérrez, profesor del Departamento de Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO.
Desde el comenzó de la pandemia de Covid-19, el cubrebocas se convirtió en un articulo indispensable para evitar el contagio y en diversas empresas y universidades han trabajado en opciones para que estos se vuelvan más eficientes y cómodos para su uso diario.
En Estados Unidos, la compañía Leaf desarrolló la primera mascarilla transparente que se auto-purifica y que, además cuenta con la aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) de los EU.
Dicho cubrebocas, al igual que el diseñado por los mexicanos, está fabricado con silicona, además cuenta con una luz UV–C y un filtrado de aire bajo el estándar de las mascarillas N99. El articulo se puede adquirir en diferentes modelos, colores y tamaños, ya sean para adultos o niños. El precio de la mascarilla depende del modelo y la cantidad de filtros que se deseen.
Pese a que comparten similitudes, la diferencia entre los cubrebocas de la compañía Leaf y el prototipo de los alumnos de ITESO es abismal por una simple razón: el uso sociual que se plantea en los hechos en México, con dos patentes orientadas a permitir que las empresas mexicanas las utilicen, sin monopolizar su fabricación.
“La idea es que lo que se termine generando de las patentes no sea para explotarse comercialmente por una sola empresa y crear monopolios”, planteó el profesor Miguel Huerta, coordinador del proyecto. “El ITESO se va a encargar de administrarlas para que sean las empresas pequeñas las que terminen fabricando el prototipo y de esa manera se reactiven las economías, lejos de utilizar la patente para monopolizar”.
Fuente: 24 horas