La India ha reabierto su famoso monumento al amor, el Taj Mahal, tras el cierre temporal de seis meses por la pandemia del coronavirus. Un ciudadano chino y un visitante de Delhi fueron de los primeros en entrar en la tumba de mármol blanco construida por un emperador.
El número de visitantes diarios se ha limitado a 5.000, frente a un promedio de 20.000 antes de la pandemia. Las entradas solo se venden online, con menos de 300 adquiridas para el primer día de apertura. A los visitantes se les toma la temperatura y deben seguir los consejos de mantener la distancia de seguridad. “Estamos siguiendo todos los protocolos por el covid-19”, dijo Vasant Swarnkar, superintendente del Servicio Arqueológico de India, que supervisa el Taj Majal en la ciudad norteña de Agra, entre otros monumentos históricos.
Proporcionalmente a su población, el número de víctimas por coronavirus en la India sigue siendo bajo en comparación con países como Estados Unidos, Brasil y Gran Bretaña. Frente a la contracción económica más profunda en décadas, el Gobierno del primer ministro Narendra Modi está presionando para liberar las restricciones aplicadas por el el virus para que la actividad laboral pueda reanudarse.