La avena es un cereal que tiene un sinfín de propiedades nutricionales, por lo que es considerado uno de los más completos y saludables.
Este alimento es rico en fibras, vitaminas e hidratos de carbono de fácil asimilación y de absorción lenta, que nos generan saciedad por varias horas y aportan energía durante largos periodos de tiempo.
De acuerdo con diversos estudios científicos, la avena aporta los siguientes beneficios a tu organismo:
- Es uno de los cereales que más proteínas te aporta.
- Contiene vitaminas del complejo B, vitamina E, calcio, hierro, fósforo, magnesio, cobre, selenio y zinc.
- Su aporte de grasa es de tan solo 7 por cada 100 gramos
- Por su composición de ácidos grasos es un alimento muy saludable ya que se compone de 42% de grasas poliinsaturadas, 37% de monoinsaturadas y, el resto, de grasas saturadas.
- Previene el estreñimiento porque aporta importantes cantidades de fibra soluble e insoluble. Con una porción de 30 gramos de avena (que es en promedio media taza) se cubre el 10% de la recomendación de consumo diario de fibra, que ayuda a combatir el tránsito lento y a mantener la microflora intestinal.
- Ayuda a la salud del corazón porque contiene ß-glucanos, un tipo de fibra soluble que ayuda a regular el colesterol y la glucosa sanguínea, convirtiéndola en un alimento cardio-protector.
- Es el cereal con mayor contenido en vitamina B1 (Tiamina), que le brindan propiedades energéticas y es buena para el sistema nervioso.
- Contiene selenio, compuestos fenólicos y flavonoides, unos antioxidantes que te ayudan a contrarrestar el daño que genera el estrés oxidativo.
Además es un cereal muy versátil, porque puede incluirse en una gran variedad de platos, tanto dulces como salados, la puedes usar para licuados, granola, sopas, en el empanizado, para hacer panes, o en un atole para los días fríos.
El único inconveniente es que no pueden consumirla las personas celíacas.