El cactus, el escarabajo y las hierbas del desierto inspiraron un método nuevo para recoger agua condensada de la niebla nocturna.
En la Universidad de Ohio State, el equipo de Bharat Bhushan, profesor de ingeniería mecánica, estudió cada uno de estos seres vivos y se dio cuenta de que podían replicar un sistema similar empleando impresoras 3D, y luego crearon ambientes cerrados y con niebla utilizando un humidificador comercial para comprobar qué sistema recolectaba una mayor cantidad de agua que sin el sistema.
Bushan expone: “Las formas cónicas recogen más agua que las formas cilíndricas, lo que tenía sentido, dado lo que sabemos sobre el cactus.
La razón por la que sucede es debido a un fenómeno físico llamado gradiente de presión de Laplace.
El agua se acumula en la punta del cono, luego fluye por la pendiente del cono hasta el fondo, donde un reservorio está esperando.”
Los materiales fueron determinantes para el éxito del proyecto, se utilizaron superficies hidrófilas, ya permiten que el agua formara gotas en lugar de absorberlas, y por tanto acumulaban la mayor cantidad de agua.